La bioenergía se ha consolidado como uno de los pilares de la transición energética en Europa y en el mundo. A medida que los países buscan alcanzar la neutralidad climática, el papel de los biocombustibles avanzados, el biogás y la valorización de residuos gana protagonismo en los planes regulatorios y en las inversiones energéticas. El horizonte 2030 marca un punto decisivo: será el año en que se evaluará si la bioenergía ha logrado integrarse de manera sostenible y competitiva dentro de los sistemas energéticos, contribuyendo a los objetivos de descarbonización.
La bioenergía en el marco de la transición energética
Regulación y metas para 2030
La Directiva de Energías Renovables (RED III) establece que, para 2030, al menos el 42,5% del consumo energético en la Unión Europea debe proceder de fuentes renovables. Dentro de ese porcentaje, la bioenergía juega un papel estratégico en sectores de difícil electrificación como la aviación, el transporte marítimo y ciertas industrias.
Además, se establecen subobjetivos específicos:
- Biocombustibles avanzados: al menos un 5,5% del transporte en 2030 deberá cubrirse con combustibles avanzados o renovables de origen no biológico.
- SAF en aviación: la normativa ReFuelEU Aviation fija que, para 2030, un 6% del combustible utilizado en vuelos dentro de la UE debe ser sostenible. Puedes conocer más sobre esta medida aquí.
- Marítimo: FuelEU Maritime obliga a una reducción progresiva en la intensidad de emisiones de los combustibles usados en buques.
La bioenergía como solución intermedia
Mientras la electrificación se expande en el transporte ligero, la bioenergía actúa como un puente en sectores donde las baterías aún no son una solución viable. El HVO (diésel renovable) y el SAF (combustible sostenible de aviación) son ejemplos claros de cómo los biocombustibles están apoyando esta transición. Una explicación más detallada sobre las diferencias entre HVO, SAF y FAME la puedes encontrar en este análisis comparativo: biocombustibles SAF, HVO y FAME.
Escenarios de mercado hacia 2030
Crecimiento de la demanda
La Agencia Internacional de la Energía proyecta que, para 2030, la demanda de biocombustibles en Europa crecerá entre un 20% y un 30%, impulsada por la obligatoriedad normativa y las políticas nacionales. Este crecimiento estará dominado por:
- HVO, gracias a su flexibilidad en mezclas y su capacidad de producción en refinerías adaptadas. Descubre cómo se produce el HVO aquí.
- SAF, con un papel central en el transporte aéreo y un gran potencial de expansión mediante procesos como HEFA y combustibles sintéticos de origen renovable.
Retos de suministro y sostenibilidad
La expansión de la bioenergía depende de la disponibilidad de materias primas sostenibles. Actualmente, Europa depende de grandes volúmenes de aceite de cocina usado (UCO) importado, lo que plantea riesgos de trazabilidad y control de calidad. El refuerzo de auditorías y certificaciones será crucial para garantizar su legitimidad. Más información sobre este recurso clave está disponible en la sección de recogida de aceite industrial usado.
Por otro lado, se avanza en la retirada de biocombustibles asociados a alto riesgo de deforestación, como el biodiésel de palma, lo que refuerza la transición hacia materias primas de segunda generación.
Implicaciones sectoriales
- Aviación: la presión por integrar SAF en un mercado aún limitado en capacidad de producción supondrá costes adicionales, aunque necesarios para descarbonizar el sector.
- Transporte marítimo: las navieras deberán adaptar su mix de combustibles para cumplir con FuelEU Maritime, lo que incentivará la adopción de bio-bunkers.
- Industria y refino: las refinerías europeas están acelerando inversiones en plantas de biocombustibles avanzados, apostando por procesos flexibles que permitan cambiar entre producción de HVO y SAF.
Conclusión
La bioenergía se presenta como un pilar clave en la transición energética hacia 2030, especialmente en sectores donde la electrificación no es todavía viable. Europa apuesta por biocombustibles avanzados, el desarrollo de SAF y la valorización de residuos como soluciones estratégicas. Sin embargo, el éxito dependerá de la capacidad de escalar producción, garantizar trazabilidad en la cadena de suministro y mantener costes competitivos para las industrias y los consumidores.
Si quieres conocer más sobre cómo los diferentes biocombustibles están transformando el transporte y qué papel juegan en la descarbonización global, visita nuestra guía sobre SAF, HVO y FAME.
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Preguntas frecuentes sobre bioenergía y transición energética 2030
¿Qué papel tiene la bioenergía en la transición energética?
La bioenergía es clave para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la aviación, el transporte marítimo y ciertas industrias. Actúa como solución intermedia mientras avanza la electrificación.
¿Qué objetivos marca la UE para la bioenergía en 2030?
La Directiva RED III establece que el 42,5 % de la energía deberá ser renovable en 2030. Se fijan subobjetivos específicos para biocombustibles avanzados (5,5 %) y SAF en aviación (6 %), además de reducciones progresivas en el sector marítimo.
