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Avión comercial en pista listo para despegar, símbolo de la transición hacia combustibles sostenibles y el cumplimiento de CORSIA 2027.

CORSIA 2027: el impacto del mandato global y el papel del SAF

A partir de 2027, la aviación internacional entra en una nueva etapa regulatoria. El esquema CORSIA de la OACI deja de ser voluntario y pasa a ser obligatorio para la mayoría de los Estados, exigiendo a las aerolíneas compensar las emisiones que superen el 85 % de las registradas en 2019. Este cambio marcará un antes y un después en la gestión de emisiones del sector y convertirá al SAF certificado en un elemento clave para cumplir con los objetivos de descarbonización.

Qué cambia en 2027: la fase obligatoria de CORSIA

Entre 2021 y 2026, CORSIA ha funcionado en fases voluntarias. Sin embargo, desde 2027 hasta 2035, prácticamente todos los Estados miembros de la OACI estarán sujetos al esquema, con excepciones limitadas para países de menor tráfico aéreo.

El sistema utiliza como referencia un baseline fijado en el 85 % de las emisiones de 2019, y obliga a las aerolíneas a compensar el crecimiento de emisiones mediante créditos de carbono. Esto incrementará los costes operativos de las compañías que no adopten medidas internas de reducción.

Dónde encaja el SAF en CORSIA

El SAF y el e-SAF certificados son considerados CORSIA-Eligible Fuels, siempre que cumplan con los criterios de sostenibilidad y el método de análisis de ciclo de vida (LCA) definido por la OACI. Esto significa que cada tonelada de SAF utilizada se traduce en un menor número de créditos de compensación que la aerolínea debe comprar.

En la práctica, más SAF significa menos offsets. Además, CORSIA prioriza las reducciones directas —como mejoras en eficiencia y uso de SAF— sobre las compensaciones externas, reforzando su papel estratégico. Si quieres profundizar en cómo se produce este combustible, revisa nuestro artículo sobre SAF sintético y e-SAF.

Impacto esperado en el uso de SAF

El inicio de la fase obligatoria de CORSIA en 2027 generará:

  • Aceleración de la mezcla de SAF: las aerolíneas tendrán incentivos para cerrar contratos a largo plazo (offtakes) y asegurar su suministro.
  • Mayor relevancia del precio del crédito de carbono: cuanto más alto sea el precio del crédito, mayor será el atractivo de sustituirlo con SAF.
  • Demanda creciente de certificación CORSIA: proveedores y productores deberán certificar su cadena de valor para acceder a este mercado regulado.

Requisitos para CORSIA-Eligible Fuels

Para ser elegible, un SAF debe estar certificado por un Sustainability Certification Scheme aprobado por OACI, como ISCC CORSIA. Además, debe demostrar:

  • Reducción mínima de GEI de al menos un 10 % frente al baseline LCA.
  • Cumplimiento de criterios sociales y ambientales que garanticen su sostenibilidad.
  • Trazabilidad completa de feedstocks y procesos de producción.

Aunque este umbral del 10 % es más laxo que otros regímenes (como la UE o Reino Unido), permite que más rutas de producción entren en el esquema, favoreciendo la expansión del mercado.

Qué significa para aerolíneas y productores

Para las aerolíneas

  • Planificar una estrategia de mezcla de SAF (HEFA y e-SAF) certificada para el período 2027-2035.
  • Negociar offtakes con cláusulas claras de trazabilidad y book-and-claim.
  • Optimizar la cartera de cumplimiento, combinando SAF y créditos para reducir costes y minimizar riesgos ante un mercado de offsets limitado.

Para productores y proveedores

  • Alinear su producción con la certificación CORSIA y preparar auditorías de LCA.
  • Documentar feedstocks y rutas de producción, incluidas las de e-fuels, para demostrar elegibilidad.
  • Anticiparse a la demanda creciente asegurando capacidad productiva y contratos con aerolíneas.

Para reguladores y hubs aeroportuarios

  • Coordinar la aplicación de CORSIA con regímenes locales como ETS y ReFuelEU Aviation, evitando dobles cargas y facilitando la inversión en capacidad SAF.

Riesgos a vigilar entre 2025 y 2028

  • Escasez de créditos y de SAF: puede provocar volatilidad de precios y presión sobre los costes operativos.
  • Riesgo de doble contabilidad de créditos si no se fortalecen los estándares internacionales.
  • Diferencias regulatorias entre regiones que compliquen la planificación de las aerolíneas (ETS para vuelos desde el EEE frente a CORSIA para vuelos internacionales).

Conclusión

CORSIA 2027 representa un punto de inflexión para la aviación. El paso de un sistema voluntario a uno obligatorio obligará a las aerolíneas a actuar con rapidez para reducir su exposición al mercado de créditos. En este contexto, el SAF certificado CORSIA es una palanca esencial de cumplimiento y una ventaja competitiva para quienes lo adopten temprano.

El período 2025-2026 es crítico: es el momento de asegurar contratos de suministro, alinear certificaciones y optimizar la estrategia de cartera para enfrentar el ciclo 2027-2035 con solidez.

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    Preguntas frecuentes sobre CORSIA 2027 y el uso de SAF

    ¿Qué es CORSIA y cuándo entra en vigor su fase obligatoria?

    CORSIA es el esquema de compensación y reducción de emisiones de la aviación internacional. Su fase obligatoria comienza en 2027 y exigirá a la mayoría de aerolíneas compensar las emisiones que superen el 85 % de las de 2019.

    ¿Qué papel tiene el SAF en el cumplimiento de CORSIA?

    El SAF certificado permite reducir directamente las emisiones y, por tanto, disminuir la cantidad de créditos de carbono que las aerolíneas deben comprar. Más uso de SAF significa menos compensaciones externas y un cumplimiento más rentable.

    ¿Qué requisitos debe cumplir un SAF para ser CORSIA-Eligible?

    Debe estar certificado por un Sustainability Certification Scheme aprobado por OACI (como ISCC CORSIA), demostrar una reducción mínima del 10 % de GEI respecto al baseline LCA, cumplir criterios de sostenibilidad y garantizar trazabilidad completa.

    ¿Cómo afectará CORSIA 2027 a aerolíneas y productores?

    Las aerolíneas deberán planificar mezclas de SAF, negociar contratos a largo plazo y optimizar su estrategia de créditos. Los productores tendrán que certificar su producción y anticipar el aumento de la demanda para asegurar capacidad y cumplimiento regulatorio.

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